Entre los días 4 y 10 de agosto pasados nos reunimos en Sisoguichi, Sierra de la Tarahumara, Chihuahua-Mexico, 56 compañeros y compañeras de la Red de Solidaridad Indígena de la Compañía de Jesús en América Latina,para compartir nuestra palabra entorno de la Espiritualidad y la Resistencia de las culturas ancestrales. Colaboradores unos de los otros, éramos 33 jesuitas y 23 amigos y amigas de Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Guatemala y México. Fue una reunión llena de consolación e inspiración para continuar nuestra caminada con los pueblos indígenas de América. Aquí nuestra palabra para ustedes.
Declaración de la Tarahumara
Red de Solidaridad Indígena de la Compañía de Jesús en América Latina
Sisoguichi, Tarahumara, México
9 de agosto del 2014
Los hermanos y hermanas indígenas que reunimos nuestra palabra en la Red de Solidaridad Indígena de la Compañía de Jesús en la comunidad de Sisoguichi, Tarahumara, México, expresamos el sentir de nuestro corazón.
El conocimiento y la sabiduría de los pueblos indígenas guardan una riqueza espiritual y cultural que se expresan en la convivencia solidaria y el respeto a la madre tierra. Los pueblos seguimos siendo guardianes y cuidadores, custodios de la tierra, nuestra madre. Tomamos fuerza y reconstruimos el mundo con nuestras fiestas y rituales. Nos organizamos colectivamente para nuestro trabajo común, y caminamos con nuestras autoridades para reconstituir nuestra autonomía. Toda esta riqueza nos hace vivir y sentir la armonía del corazón y la búsqueda del Buen Vivir.
Expresamos también el sentir del corazón sobre la difícil situación que estamos viviendo. Manifestamos nuestro rechazo a la privatización de nuestra madre tierra y explotación indiscriminada de la riqueza que guarda en su vientre, como el petróleo y otros recursos minerales y naturales. El modelo capitalista extractivista está destruyendo el espíritu de la tierra, nuestra madre, contaminando las aguas, acabando con los bosques, las montañas y los espacios sagrados.
Estamos en resistencia frente al despojo de nuestros territorio, símbolo y fuente de nuestra identidad. Resistimos desde nuestra espiritualidad, en la danza y la oración, en la sabiduría y el conocimiento de nuestros abuelos y abuelas. Resistimos por nosotros y por todos. Porque la tierra es una sola y es casa y es madre de todos.
Los jesuitas y los pueblos reunidos en estos días de oración y diálogo, mantenemos abierto el corazón por la justicia y la paz, y la unidad y la dignidad de los pueblos.
Mapuche, Aymara, Quechua, Quichua
Awajun, Wapixana, K’iche’, Tsotsil,
Tseltal, Chol, Ayuuk, Popoluca,
Raramuri y Jesuitas de la Red de Solidaridad Indígena.