por Mauricio Villarroel Letelier*
Los dilemas de la pobreza, el abandono y la justicia social nunca se han zanjado en la historia de Chile. Ejemplos tenemos de sobra en las localidades lejanas a las políticas del Estado. Entendemos que la pobreza repercute severamente sobre otros aspectos de la vida personal y social, como la inseguridad asociada a la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción; las carencias y privaciones del precario sistema de salud pública, la mala calidad de la educación y el bajo nivel de acceso a estudios en educación terciaria.
El Centro Cultural Social y Preuniversitario Popular Manuel Gutiérrez, nace desde la necesidad, necesidad de desarrollar un trabajo territorial de estudiantes, ex estudiantes y profesionales de la Universidad Alberto Hurtado en conjunto con pobladores de la comuna de El Bosque. El nombre que lleva nuestra agrupación responde a un ejercicio de reconocimiento y memoria, una necesidad de no olvidar, no olvidar al joven estudiante Manuel Gutiérrez, asesinado el 26 de agosto de 2011, en el marco de las movilizaciones universitarias por la demanda de educación pública, gratuita y de calidad, que todos recordamos.
Nuestro proyecto nace de un estudio de la realidad de la comuna, descubrimos las crudas cifras de estudiantes de El Bosque, un escaso 10% de jóvenes egresados de enseñanza media rinden la PSU cada año. Por lo mismo, nuestro plan de acción posterior tuvo como objetivo desde su planificación el empoderamiento local y la transformación de la sociedad. Esto último se tradujo en la necesidad de potenciar la actividad reflexiva de las y los estudiantes de la población Valparaíso y sus alrededores en El Bosque, teniendo además como meta final el ingreso a la educación terciaria. Y hablamos de educación terciaria, porque estamos convencidos de que la universidad no debe ser la única meta de la juventud chilena, ni la única vía de continuación de estudios, y fundamentalmente porque desde la educación popular, no puede existir áreas del conocimiento y la formación de las personas que deban ser vistos en una situación de jerarquía respecto de las demás.
Nuestro proyecto además contempló talleres de prevención del embarazo adolescente y de las enfermedades de transmisión sexual, el cuidado y protección de la higiene bucal y la preocupación por la salud mental, temas todos normalmente relegados dentro de las preocupaciones juveniles - particularmente en contextos vulnerables - o considerados solo una vez que adquieren magnitud crítica.
Todos los talleres fueron dirigidos por profesionales y estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado, pero también amigos profesionales de otras instituciones y casas de estudio. El foco de intervención del proyecto fue dirigido a jóvenes de 15 a 29, también a sus familias quienes requerían atención y orientación a este respecto. Nuestra iniciativa no se centró sólo en los aspectos educacionales de formación y preparación universitaria, tuvo que ver también con un proyecto integral, en que el foco fueron los y las estudiantes. Por lo mismo, una de nuestras metas fue promover una en estos jóvenes una actitud reflexivo-crítica, que posibilitara que éstos se convirtieran en futuros artífices de su propio destino, en actores activos respecto de sus necesidades y demandas. Nunca estuvo en nuestras mentes el solo dictar talleres y luego volver a nuestras casa. Nuestra meta fue siempre posibilitar el empoderamiento local, la actividad reflexiva de las y los estudiantes.
Buscamos potenciar nuevos liderazgos, y que exista un trabajo en red no solo dentro de nuestra población, sino que vinculado a otros sectores de El Bosque, y las comunas del sur de Santiago. Quisimos y queremos desarrollar una nueva forma de pensar la localidad. Para ello creamos espacios de integración con otros sectores, realizamos foros, debate, conversatorios y talleres.
Nuestro trabajo, en consecuencia, vino a hacer frente a este abandono de lo local, y a intentar poner en el centro de la discusión y el trabajo, la justicia social, fomentando la auto-organización local. Objetivo que, estamos hoy más convencidos que nunca, todo sujeto comprometido con su entorno debe asumir como una meta para la transformación de la sociedad.
Equipo de trabajo del Centro Cultural Social y Preuniversitario Popular Manuel Gutiérrez |
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* Mauricio Villarroel Letelier es profesor de Historia y Ciencias Sociales y Licenciado en Historia y Educación de la Universidad Alberto Hurtado